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Ignacio Carrión

Ninguna tormenta azota de peor modo que la que cada cual guarda dentro de sí mismo.
(Dic 1990)

Umberto Eco

Yo estoy haciendo la experiencia de la madurez avanzada, del envejecimiento, hacia el futuro, la muerte. Sólo los imbéciles no lo advierten.
(27/11/1990: Entrevista)

Manuel Perucho

Recordemos la máxima de Pirrón, el mayor representante del movimiento escéptico del siglo III antes de Cristo: ya que no hay nada seguro (ni siquiera esto mismo es seguro, como afirmó Arcesilao, otro escéptico del período), y ya que, por tanto, toda teoría es probablemente falsa, lo más inteligente es seguir las convenciones de moda de la época.

De igual manera, el movimiento escéptico actual habrá que mirarlo desde ese punto de vista ambivalente: si bien sirve de revulsivo en la comunidad científica y de aliciente para la reflexión, también puede tener un efecto negativo en el desarrollo científico (por su pesimismo) y, por ende, cultural de nuestro tiempo.

... y finalmente, si no hay nada seguro y cualquier hipótesis es válida, ¿qué más da publicar un resultado correcto que uno incorrecto, una aberración reproducible que una irreproducible, o un experimento real que uno imaginario? Esto es lo que podríamos definir como las raíces filosóficas de la parálisis del progreso científico y la victoria de la superstición y del auge de la deshonestidad, mala conducta y fraude científicos.

Pero, aunque la subjetividad en el desarrollo de las teorías científicas es inevitable, siendo más acusada en aquéllas disciplinas cuyas bases experimentadas son menos sólidas y, por tanto, el componente teórico y filosófico más pronunciado; aunque desde cierto punto de vista continuemos tan ignorantes hoy día sobre la naturaleza de la realidad como los griegos del siglo de Pericles; aunque sigamos en el dilema original de la especulación filosófica y no podamos decidirnos entre el "lo que es, es, y lo que no es, no es" de Parménides, y el "lo que es y lo que no es, es" de Leucipo; aunque queden todavía tantos enigmas en la naturaleza, quizá el mayor de todos el que podamos darnos cuenta de ello; aun con esta enumeración de nuestras limitaciones tanto colectivas como individuales, ¿cómo se pueden tomar en serio las dudas filosóficas de esta epistemología relativista, de este agnosticimo escéptico y nihilista, sobre la existencia de una realidad exterior al observador?

Jose Luis de Vilallonga (1990)

Comprendí, oscuramente todavía, que el amor que se siente hacia una mujer está en proporción directa a la calidad del asombro que despertamos en ella. Si la admiración mata a la larga al amor, por venir del entendimiento, el asombro lo exacerba, porque viene del alma.
(Agosto 1990: "Comentarios de Fellini al amor")

En no recuerdo qué región de África  -creo que fue en el antiguo sultanato de Zanzíbar- tuvo lugar hace años una cuenta batalla tribal entre gigantes y pigmeos. Siendo mucho más numerosos, la ganaron los enanos. Lo primeo que hicieron fue cortarles las piernas a los gigantes. Cortar, decapitar, tajar, aserrar, rebanar y, en resumidas cuentas, rebajar, es una vieja afición común a todos los enanos del mundo.
(Octubre 1990)


Lo hacía con el gracejo y la desenvoltura de aquellos que intuyen que de las cosas serias conviene hablar con cierta ligereza, ya que el tono doctoral y grave no les va más que a los que no saben de lo que hablan.
(Nov 1990: "Sobre Miguel Maura")

Toni Negri

Pienso ahora en Spinoza. La alegría es lo fundamental, y creo que hay que buscar con inteligencia el placer. Y tal placer se refiere a toda la vida del hombre, y es la más alta dignidad del hombre.
(Agosto 1990)

Fernando Savater (1990)

... lo contrario de la acritud moral no es ser pecador, sino ser puritano. La importancia de este principio es tal que quien no lo admite es éticamente irrecuperable. Por si no la recuerdan ustedes, les repito la definición de puritano brindada por Paul Wlatzlawick:
"Puritano es el que te deja hacer cualquier cosa con tal de que no te guste."
(Abr 1990) 

... ello explica la actual decadencia de la antaño importante virtud de la templanza. Consistía ésta en enseñar a liberarse, no a renunciar. Partía de la base de que siempre habrá grilletes para quien ansíe esclavizarse y de que siempre habrá soborno para quien se aprecia tan poco que desea venderse. No predicaba contra el vicio nefando de darse gusto, sino que procuraba educar el gusto. Naturalmente, no ocultaba que la cosa es difícil y que vivir bien no está al alcance de quien no lo intenta. La razón la explicitó meridianamente Lichtenberg: "La moderación presupone el placer; la abstinencia, no. Por eso hay más abstemios que moderados".
(Jun 1990)

Todas las cosas tienen lágrimas como levadura de su masa, por lo que llorar de vez en cuando ante ellas es un modo de conocimiento. Hablo de las bobadas felices: luego están los desastres y el despertar milagrosa y enjuto del coraje.
(Nov 1990: "Lágrimas")

Fernando Savater: "Hacia un hedonismo sin vergüenza"

... lo contrario de la acritud moral no es ser pecador, sino ser puritano. La importancia de este principio es tal que quien no lo admite es éticamente irrecuperable. Por si no la recuerdan ustedes, les repito la definición de puritano brindada por Paul Wlatzlawick:

"Puritano es el que te deja hacer cualquier cosa con tal de que no te guste."

El País 15/04/1990

Laurence Peter: "El principio de Peter"

a) Todo puesto tiende, con el paso del tiempo, a ser ocupado por un incompetente para esa función concreta.

b) El trabajo lo realizan los empleados que todavía no han alcanzado su nivel de incompetencia.